Presentación

Mi nueva miscelanea. Mi gran razón. Mi pequeño corazón.

30 enero 2011

Gracias por el Camino que Comienza tras la Meta

Tras el golpe, quedo inmóvil. El momento congela mi corazón, pero no mi reloj, los minutos pasan, se agolpan bajo mis lágrimas, y desaparecen engañándome.
Hoy es el día de no mirar atrás, de sujetar el vendaje y olvidarse de la herida. Miro al horizonte. Hay un largo camino por recorrer. No espera. Me levantaré.  
“Este no es un tiempo de cobardes. Sólo se me ocurre, antes de empezar a andar, gracias por los días que vendrán”.
Gracias por ver mi corazón con tus ojos, gracias por leer las palabras que no escribo, gracias por oír las suplicas que no hago, gracias por creer aunque he caído, por conocer mi alma oculta. Gracias por el día que sigue al final del calendario.
Eres mi maestro tras la lección, la luz tras el ocaso, el minuto tras la hora 24, el primer capítulo tras el colofón.
Gracias por el camino que comienza tras la meta. Aunque nunca leas ésto.

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