Presentación

Mi nueva miscelanea. Mi gran razón. Mi pequeño corazón.

30 junio 2013

El gran teatro de la vida

Es el gran teatro de la vida. Un mal texto en un pésimo escenario, donde regidor y técnicos realzan, iluminan y colorean lo que les interesa en detrimento de los demás. Donde los personajes y sus papeles han sido adjudicados, desigualmente repartidos, según el arbitrio de unos pocos. Donde el director decide unilateralmente quien actúa y en qué momento. Un escenario con un foso letal al que caen los que no están del lado de los vencedores. Y donde los perdedores esperan en la chácena, y no en los camerinos, el momento de saltar sobre las tablas. Hoy es el estreno. La taquilla ha cerrado. No quedan localidades. Tomen asiento y contemplen desde sus butacas el esperpento de la globalización y la modernidad. En el patio de butacas se sitúan los invitados VIP que podrán contemplar la barbarie más cerca pero permanecerán igual de impasibles que los que decidieron comprar la entrada de baja visibilidad y apenas perciben los hechos desde el anfiteatro o los palcos de proscenio. Y por favor, no olviden apagar sus móviles. No queremos que nada interrumpa la representación de un drama en el que cada día muere alguien. Pero no teman, no serán ustedes, mis queridos espectadores, no es una obra interactiva. Porque les necesitamos ahí sentados. El teatro de la vida carecería de sentido si fuera representado ante las butacas vacías. 

Abril, 2010.

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